sexta-feira, 20 de maio de 2011

El Esperpento de Valle-Inclán

Ramón María Del Valle-Inclán tuvo en aquel año de 1920 uno de los más prolíficos de su vida, puesto que escribió La farsa italiana de la enamorada del rey, Farsa y licencia de la reina castiza, Divinas Palabras y Luces de Bohemia.

El Esperpento es sin duda, una de las técnicas dramáticas narrativas más originales y vanguardistas. En ella, Valle-Inclán hace una deformación de la realidad con recurso a los espejos cóncavos, y produce así imágenes y personajes distorsionados, donde resalta una estética en la que predominan la deformación, la fealdad, lo grotesco, con el intento de hacer así una profunda crítica a la realidad y a la sociedad. Nos parece importante percibir que el esperpento no es un género solamente dramático, pero literario en general. Así, el esperpento se trata de una forma global de concebir la literatura y, puesto que para el autor todo lo que se observa es literario, cualquier realidad será, así, pasible de ser esperpéntica.
Los objetivos críticos del esperpento funcionan también como medio de difusión ideológico, puesto que, en lo mismo se hace una crítica feroz a la sociedad española coetánea, en cuya forma tan radical e impactante se hace con el profundizar de la vida miserable de entonces, se intenta llevar el lector, o espectador, a una tomada de posición hacia la realidad.
   Los esperpentos resultan pues en teatro de protesta con carácter político.

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